Discurso del Presidente de la Ciudad Autónoma de Melilla, Juan José Imbroda en el Día de la Constitución

En estos términos procedión el presidente Imbroda en el Día de la Constitución:

"Hace escasas semanas, la Asamblea de la Ciudad Autónoma de Melilla y por el acuerdo unánime de todos los Grupos, aprobó un manifiesto en apoyo a la Constitución. Del mismo modo, todos los miembros de la Asamblea nos convocamos aquí, delante de este monolito que la recuerda, para hacer visible dicho apoyo con nuestra presencia. Manifiesto que entre otras cosas decía: “Apoyo a la Constitución y a las Instituciones del Estado como garantes de derechos y deberes de todos los ciudadanos de esta Nación en su conjunto como salvaguarda de unión y armonía de todos los territorios de España. Apoyo y cercanía con los integrantes de todos los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado en el cumplimiento de su mandato constitucional de mantener el ordenamiento jurídico". 

"Ese ejemplo de unidad nos hace sentir más fuertes y más unidos en lo esencial, que es en el respeto a la Constitución y a España. Constitución que cumple hoy 39 años, y no es ocioso decirlo, ha dado a España la mayor época de prosperidad, bienestar, paz, libertad y democracia que nunca tuvo. Hoy, España lidera el crecimiento económico entre los países de la Unión Europea y del resto de los de la OCDE. Surgió en el espíritu de la Transición que nos convocó a todos a enterrar un pasado, el de las dos Españas, y en el que la generosidad, responsabilidad y patriotismo primaron por encima de cualquier mente reaccionaria. Y se hizo en un clima de tensión que provocaban la incertidumbre de un salto cualitativo fenomenal en lo político, y la que provocaban los terrorismos de distintos signos que nos atacaban, produciendo cientos de víctimas inocentes, entre la ETA, GRAPO, etc, siendo aquélla, la ETA, la que cubrió absurdamente, enajenadamente y vilmente, España entera de mujeres, hombres y niños asesinados. 

Entre sus atentados, podemos recordar el de Hipercor de Barcelona, uno de los más horribles, y ahora de los más olvidados, sobre todo por los que hoy abrazan otras causas. Pero había un espíritu y una decisión muy clara. Todos los españoles queríamos la libertad, luchamos por ella y nos la dimos y seguimos su meta y la conseguimos. En ella estamos y, como decía antes, en el mejor estado de bienestar que tuvimos nunca, y en el más avanzado en lo político y en lo social del mundo.

En ese estado de cosas y progreso, también ha estado Melilla como parte indivisible de España. Y ha estado en lo político con nuestra presencia nominal en la Constitución, y en lo social, compartiendo el progreso con el resto de la Nación, pues en los dos sentidos Melilla ha avanzado como nunca, y esta ciudad de hoy es mucho mejor que la del año 1978. Aún con nuestros problemas, que los tenemos, pero con la voluntad decidida a encararlos.

Los valores de la igualdad, unidad, cohesión nacional, solidaridad que quedan remarcados en nuestra Constitución, se anteponen como barrera infranqueable a los discursos rompedores, insolidarios y excluyentes que siempre conllevan el germen del totalitarismo, aunque pretendan disfrazarlo".

Decía hace un año: “Al más insensato proyecto de los iluminados separatistas que desde Cataluña quieren romperla, demostrando en su forma de discurso que no tienen otro que satisfaga las necesidades de los ciudadanos, supliéndolo siempre por un irredento victimismo nacionalista, totalmente espurio y falso, contra el que los españoles deberemos estar firmes como este monolito que homenajea a la Constitución”.

"Pues dieron forma a ese discurso pretendiendo romper España de una manera ilícita y felona, conculcando todos los principios de nuestro Estado de Derecho. Quizás la gravedad de los hechos se vio un poco paliada por las esperpénticas escenas rodadas por un ex presidente de la Generalidad y su equipo, más próximas a una astracanada propia de Muñoz Seca. Pero nuestro Estado de Derecho se movilizó amparado en la Ley, y los distintos Poderes del Estado se pusieron en marcha para acabar con aquel intento de traición secesionista que, además, era y es un verdadero disparate. El Ejecutivo, el Legislativo y el Judicial han dado la talla y han tenido la altura de miras suficiente para poner fin a aquéllo.

La aprobación del artículo 155 ha sido ejemplar en su diseño y aplicación. Hoy, Cataluña ha vuelto a la legalidad, reinando la estabilidad y la paz social. El Poder Judicial, demostrando su total independencia, tomó las decisiones que en Derecho correspondían y ejemplarmente.

Quiero recordar aquí al recientemente fallecido Fiscal General del Estado, don José Manuel Maza, y al importantísimo papel que tuvo en el desmantelamiento del intento de sedición.

Esta semana asistía a la rendición de cuentas en la Comisión Especial del Senado para la aplicación del artículo 155 y pude comprobar, cómo todo el aparato administrativo de la Generalidad funcionaba correctamente y sin sobresaltos. Había vuelto a la legalidad.

Las elecciones del 21 próximo son esenciales para el futuro de Cataluña pero, sea cual fuere el resultado, ha quedado nítidamente claro que aquellos que pretendan romper la unidad de España se toparán con la voluntad decidida del pueblo español a evitarla. Sinceramente creo que la aplicación de este artículo 155 de la Constitución se ha convertido en una vacuna contra cualquier aventura secesionista.

También hoy y como ayer, se habla de la Reforma Constitucional. Y también hoy como ayer hay que dejar claro que no podrán sufrir ningún menoscabo los principios de la soberanía popular, la igualdad, la cohesión nacional y la unidad de España. Tampoco hay que compensar económicamente a ninguna Autonomía a cambio de lealtad.

Y finalmente, quiero destacar a la Corona. La figura de S. M. El Rey Felipe VI se ha hecho más grande en su importante actuación para resolver la crisis vivida. Fue decisivo su mensaje a todos los españoles, poniéndose a la cabeza del Estado de Derecho para su resolución. Se ha ganado el respeto, el cariño y la admiración de los españoles".

¡Viva Melilla! ¡Viva España! ¡Viva el Rey!