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Discurso Institucional del Presidente de la Ciudad Autónoma de Melilla, Juan José Imbroda.

Los melillenses también somos catalanes, porque todos formamos esta gran Nación.

Día de Melilla
Día de Melilla

Celebramos el 17 de septiembre quienes sentimos España

Doy la bienvenida a todos y les agradezco su asistencia a este acto. Especialmente quiero saludar la presencia del Excmo. Señor Alcalde de Málaga, don Francisco de la Torre que, acompañado por altos cargos de su Ayuntamiento, han sido receptores de la Medalla de Oro de la Ciudad Autónoma de Melilla. Igualmente nos acompañan en este acto los galardonados con las Medallas de Oro de la Ciudad Autónoma de Melilla, don Salvador González Rodríguez y don Yusef Abdeslam Kaddur.

Quiero agradecer al Comandante General José Miguel de los Santos, la intervención en este acto de la Comandancia General de Melilla dándole más realce y solemnidad. Especialmente, la presencia en formación de la Compañía de Mar de Melilla, la Unidad más antigua de nuestro Ejército, herederos directos que aquellos “40 hombres de Mar” que desembarcaron con Pedro de Estopiñán.

También quiero destacar hoy la satisfacción que me ha producido el conocer que el Consejo Superior de Deportes y, junto a deportistas de fama mundial, nos ha concedido un galardón de reconocimiento a la Ciudad Autónoma de Melilla, como la ciudad española que más hace por el deporte. Premio que se añade al del “Ciudad Europea del Deporte 2016”. En ambos casos, el éxito es de Melilla, y en particular, de todos los deportistas melillenses. Enhorabuena.

Antes, el conductor del acto hacía referencia a momentos de aquellos hechos ocurridos sobre la presencia española en nuestra ciudad. Rememorando las gestiones que desde el mismo momento de la toma de Granada ya se hicieron para nuestra incorporación a la Nación Española que, como todos sabemos, fue inclusive anterior a la incorporación de Navarra. Hoy es, por tanto, el día más apropiado para celebrar nuestro “Día Grande”. Y lo celebramos los que nos enorgullece pertenecer a España, los que hacemos de aquel día 17 de septiembre de 1497 como propio, los que consideramos que en esta ciudad, Melilla, reinan los valores de la libertad, igualdad, justicia, solidaridad, porque es España.

Los que creemos en el pueblo de Melilla como único y plural en sus culturas, los que creemos que ser de cualquier cultura no debe quitar un ápice del ser español, y los que creemos que de no haber existido aquel día, hoy esta ciudad de progreso, de la democracia, de la justicia, ¡no existiría!. Por eso lo celebramos los que sentimos España, y no la celebran los que miran a España con muchos matices, tantos, que difuminan, y mucho, el sentido de españolidad.

Estamos asistiendo permanentemente al debate sobre la frontera, bien sea por motivos comerciales o de inmigración. Tanto desde uno u otro punto de vista, llegamos a la conclusión de que es Marruecos quien decide oficial u oficiosamente el nivel de compromiso con nuestros intereses. Y la mayor prueba que tenemos es la anulación de la aduana comercial con Melilla, hecha de una forma desleal, arbitraria y muy demostrativa del respeto que les merecemos.

Esto produce desconfianza, inestabilidad e incertidumbre no solo económica sino política. Es, sencillamente, poner nuestro futuro en manos de ese “compromiso pendular”. De alguna manera, como si se estuviese sembrando para que ese futuro dependiera cada vez menos de nosotros. Hay que decir basta, y somos nosotros los que tenemos que afrontarlo y ese futuro siempre debe ser como el de cualquier ciudad española. Ese futuro significa España con todas las consecuencias. Y de eso vengo a hablar esta tarde.

Vengo a desmitificar la idea de que tenemos que ser dependientes de Marruecos por los beneficios que eso nos comporte, por el comercio fronterizo. O sea, que recibimos y no damos. Veamos algunos números demostrativos:

En Melilla atendemos:

- Atención hospitalaria gratis sobre 15.000 marroquíes al año. De ellos, el 60% de partos, casi 2.000 anuales.
- Sobre 250 ambulancias marroquíes con enfermos que muchos han de ser derivados a la península.
- A casi 5.000 trabajadores fronterizos dados de alta en la Seguridad Social.
- A más de 1.000 escolares, muchos de ellos con domicilio en Marruecos. Tenemos las ratios más altas de España.
- A casi 1.000 menores extranjeros no acompañados.
- A 15.000 inmigrantes marroquíes residentes en Melilla, el 16% de la población, casi el doble de la media nacional. Casi el 40% de las cifras de paro la engrosan ellos.
- Y no cuento a los casi 20.000 marroquíes que vienen todos los días a trabajar en el comercio fronterizo.
Sin temor a equivocarme mucho, puedo decir que la ciudad soporta casi 200 millones de euros en todos esos servicios.
Creo que hay razones suficientes y estratégicas para poner de una forma decidida rumbo al norte. Melilla ya no puede estar al socaire de los vientos cambiantes del sur, a las decisiones que inopinadamente tomen y a resignarse a ser para nuestro vecino país, una ciudad ocupada. Ya está bien de desplantes que marcan un camino de incertidumbre. Ya está bien de oír que solo mirando al sur está nuestro futuro. Ya está bien de estar día a día cediendo algo de soberanía. Ya está bien de esa falta de reconocimiento como ciudad española que siempre pretendió y pretende tener las mejores relaciones, pero nunca a cambio de una progresiva pérdida de identidad como ciudad española.

No me valen en estos momentos los discursos políticamente correctos ni para el exterior ni para el interior. Creo que aquí hay que quitarse muchas vendas de los ojos, algunas interesadas y otras incautamente aceptadas. Melilla necesita, sin dejar de mirar al sur, marcar decididamente rumbo al norte. De ese norte siempre vino lo mejor.

Desde hace algunos años, el Gobierno de la Ciudad ha estado realizando una serie de actuaciones en diversos campos, que perseguían cambiar el modelo económico de la ciudad. Por eso planificamos, y en parte ejecutadas, las bases para ese cambio, para lo cual también era necesaria la decidida y fundamental colaboración del gobierno de España. Y eso pasa por determinados ejes:

Política de infraestructuras. Enumero algunas.

Fuerte inversión: 500 millones de euros, Presupuestos Generales del Estado en tres años.

Ampliación del puerto. Inversión sostenible que posibilitaría sinergias inversoras de cerca de 600 millones de euros, basadas en el traslado a esa ampliación de distintas industrias y actividades, como la central de producción de energía o la planta de tratamiento de basuras o depósitos de combustible... Y eso a su vez posibilitaría la liberación de varias hectáreas de suelo, disponibles que a su vez se destinarían a uso público y para viviendas sociales, etcétera...

La ampliación, cuyo uso fundamental, será para base logística de operaciones portuarias de destino y tránsito de mercancías, para lo que se abrirían otros mercados de origen y destino.

En los Presupuestos Generales del Estado 2018 figuran los casi 300 millones de euros que cuesta la ejecución del proyecto. Están librados los fondos y acabadas todas las exigencias técnicas. Falta tan solo que el Ministerio de Medio Ambiente dé luz verde al estudio de impacto medioambiental que se presentó.

Para dar una idea del cuidado que se ha tenido con la pervivencia de las lapas “patella ferrugínea”, este proyecto de ejecución optó por la forma de puerto-isla, con una demasía del costo total de 50 millones de euros para el cuidado de esas lapas. Espero que sea suficiente para que ya, y después de varios meses, lo apruebe el Ministerio. Aquí nos jugamos una parte importante de ese cambio económico y por supuesto, miles de puestos de trabajo tanto en la ejecución de la obra como en su explotación.

Presentación de un programa de inversiones basadas en aplicaciones de superávit y de fondos ordinarios de 50 millones de euros que estarán en ejecución hasta el primer trimestre del año próximo. Proyectos en todos los campos de la ciudad:
Medio Ambiente, por ejemplo, varios parques.

Fomento, la rehabilitación del edificio de Correos para uso universitario.

Jefatura de Policía Local.

Deportes, pistas de atletismo en el Álvarez Claro, campo de fútbol del Tesorillo etc.

Ampliación de la facultad de Fisioterapia.

Quisiera mencionar en este apartado obras que incidirán notablemente en la vida de los ciudadanos.

La construcción de un nuevo Hospital que ejecutará Tragsa, continuando con la obra que ya habían puesto en marcha. Es una inversión de 89 millones de euros que ya consignaban los Presupuestos Generales del Estado del 18 y serán una realidad en el plazo de tres años.

La construcción del instituto de Jardín Valenciano, que acabará en septiembre del 19, y el nuevo colegio de Gabriel de Morales cuyas obras de acondicionamiento del solar ya comenzaron, esperando que esté ya operativo en 2021.

Medidas para fomentar el consumo y el bienestar de los ciudadanos:
Rebajas fiscales.
IRPF. Desde el 1 de enero de 2018 los melillenses pagaremos un 20 % menos por este impuesto. Subió la bonificación del 50 al 60 %. La propuesta total ya presentada al gobierno anterior y ya aceptada es que se alcanzara el 75 por ciento. Habrá por tanto que trabajar para conseguirlo para los Presupuestos Generales del Estado de 2019.
Rebajas fiscales de la Ciudad Autónoma.
IPSI. Ya han entrado en vigor las siguientes rebajas de tipos de gravamen para el fomento del comercio:
A la ropa, del 10 al 5 por ciento, un 50 %.
Al calzado, del 7 al 5 por ciento, un 30 %.
Artículos usados como ayudas sociales a la dependencia. Del 10 al 0,5 % o sea, el 100 por 100. No pagan impuestos prácticamente.

Implantación de medidas fiscales para creación de empresas: Rebaja del 50 por ciento en el Impuesto Sobre el Juego que pasa del tipo de gravamen del 20 por ciento al 10 por ciento que fomentará la venida de empresas del sector del juego on line, existiendo contactos muy avanzados con alguna de éstas para su implantación.

O la determinación de la aplicación del artículo 33 de la Ley de Impuesto de Sociedades bonificación del 50 por ciento sobre el circuito mercantil completo, favoreciendo la creación o implantación de empresas.

Fomento del turismo.

Aquí, en este eje, hay que hacer un esfuerzo especial y considerable para que pueda llegar a ser un sector importante en nuestra economía, para la que son fundamentales los transportes.

Los melillenses hemos conseguido obtener un 75 por ciento de bonificación de nuestros viajes a la península y así figuró en los Presupuestos Generales del Estado de 2018 que se aprobó en el Congreso en junio pasado. Gran conquista social.

También en ese Presupuesto General del Estado figuran 3 millones de euros para compensar la Obligación de Servicio Público de líneas aéreas con origen y destino en Granada, Almería y Sevilla. Cuatro vuelos semanales las dos primeras y tres a Sevilla, con un precio que rondará los 30 euros. Estas líneas deberían entrar ya en funcionamiento y sólo estamos a la espera de que el gobierno actual las pase por Consejo de Ministros, lo que desde aquí demandamos nuevamente.

Sin embargo, si queremos contar con una cuota de importación de turismo, hay que abaratar precios para los no residentes. Por eso el gobierno de la Ciudad Autónoma de Melilla ya tomó la iniciativa con varios programas de ayudas sobre tarifas. Ahora toca dar un fuerte impulso que sea decisivo, y es por ello que anuncio las siguientes novedades:

El programa de minicruceros semanales de 400 plazas para no residentes, a las que se aplicará el mismo precio de la tarifa que pagamos los residentes.
Crearemos un programa específico de transporte marítimo para familiares de los residentes, para los nacidos en Melilla no residentes y para congresos, con las mismas tarifas que los residentes. Para ello se confeccionarán las bases de las condiciones.

En el transporte aéreo, en estos momentos estamos estudiando las fórmulas administrativas correctas para bonificar a los usuarios que sean familiares de residentes, a los participantes en congresos y a los nacidos en Melilla no residentes, para bonificar en un 50% las tarifas aéreas que se determinen desde Madrid y Málaga, para las que se fijarán las bases de las condiciones.

Otro programa ya muy avanzado, va dirigido al transporte aéreo y a los no residentes, y consistirá en poner a disposición de este sector varias decenas de billetes de fin de semana, origen Málaga, con una tarifa de 50 € ida y vuelta.

Pretendemos que todas estas actuaciones puedan entrar en vigor antes de fin de año, para lo que ya tenemos los presupuestos correspondientes.
Igualmente, se va a poner suelo barato a disposición de emprendimientos hoteleros, que además tendrían un plan especial de subvenciones y ayudas a las nuevas instalaciones.

Otro eje al que le damos un papel primordial es la de las nuevas tecnologías, por lo que bajo el epígrafe de “Melilla Digital” abarcaremos una serie de medidas que posibiliten el emprendimiento de empresas tecnológicas.

Para ello contamos con una serie de realizaciones que ya hizo la Ciudad Autónoma de Melilla y que son infraestructuras básicas para poder conseguir la implantación de los operadores en nuestra ciudad.

Hicimos el despliegue de un segundo cable submarino de fibra óptica con la península. Despliegue de fibra óptica por toda la ciudad que permite acometer proyectos de carácter tecnológico sin barreras. Melilla es el único territorio autonómico con cobertura al 100 por cien. Disponemos de una red de fibra óptica corporativa y de un Centro Tecnológico como puntal vertebrador de Melilla Inteligente.

Nuevas medidas de apoyo a ese emprendimiento. Son, entre otras:

Rebajaremos el IPSI de operaciones interiores a los servicios de carácter informático del 8 por ciento del tipo de gravamen al 0.5 por ciento, o sea, casi fiscalidad cero.
Implantación de líneas de apoyo financiero al sector. Asistencia técnica.
Un centro de creación y aceleración de empresas de base tecnológica. Impulso de empresas y proyectos startup.
Formación, impulsando y subvencionando estudios sobre estas materias, bien como titulaciones universitarias o los ya convocados 12 másteres universitarios y de expertos.
Y además realizaremos en el año 2019 un nuevo programa en materia de ciberseguridad.
En general, propiciaremos todas las bases posibles para que Melilla Inteligente sea una realidad como sector dinamizador de la economía de la ciudad.

Formación universitaria y profesional.

Este eje es fundamental seguir desarrollándolo. Seguir desarrollando el campus de Granada con las nuevas titulaciones solicitadas.
Financiación de prácticas remuneradas en empresas a los titulados de estos dos campos de formación y de los másteres que se convoquen.
Fuerte política de subvenciones a los estudios universitarios y formación profesional.

Medidas para controlar nuestra frontera.
Ejecución del depósito distribuidor de mercancías del paso del Barrio Chino en fase de anteproyecto y obra comprometida a ejecutar por el Ministerio del Interior.

Incremento de las dotaciones de Policía Nacional y Guardia Civil completando los catálogos ya en fase de determinación por el Ministerio del Interior. Sobre 200 policías nacionales y guardias civiles.

Aunque no sea motivo de este eje, sí quisiera manifestar que es una antigua y reiterada petición de este Gobierno, el que se incremente la dotación de los miembros de la Comandancia General de Melilla. Entendemos que por razones estratégicas y sociales sería muy conveniente que así se hiciera. Seguiremos muy atentos.

Dejo para el final de esta serie de campos de actuación a la incorporación o no a la Unión Aduanera. Qué duda cabe que este importante aspecto se debe contemplar de dos maneras distintas, el político y el económico.

El gobierno, por medio de Promesa, encargó un estudio socioeconómico de las ventajas y desventajas que pudiera tener una posible integración en la Unión Aduanera. Dicho estudio estará finalizado en el próximo mes de octubre.

Por lo tanto, a la vista del mismo y con el consenso lo más amplio posible de las fuerzas políticas y sociales de la Ciudad, se tomarán las decisiones que mejor convengan y, repito, desde los puntos de vista político y económico.

Todas estas medidas deberían ir acompañadas por cambios legislativos ya propuestos al Gobierno Central. Fundamentalmente, habría que adaptar determinados preceptos del Código Civil y de la Ley de Extranjería a nuestras condiciones específicas y a los intereses de Melilla.

Voy acabando, pero antes quisiera decirles que dentro de las políticas de bienestar, anunciarles que el gobierno de la Ciudad Autónoma de Melilla estaría dispuesto a asumir el copago de farmacia de todos los pensionistas melillenses. Por eso nos hemos dirigido al gobierno central mostrándole nuestra voluntad de hacerlo para 2019 y hasta tanto no se hiciera cargo el gobierno de la nación.

También, y dentro de la política de escuelas infantiles que ya ejecutábamos, el gobierno de la Ciudad firmará convenios con entidades privadas para que se incorporen 150 nuevas plazas para el curso 2018-2019. Con eso prácticamente se acabarían las listas de espera.

Y por último, para favorecer las salidas profesionales de los soldados firmaremos un convenio con Defensa y, entre otras propuestas, les reservaremos el 10 por ciento de las plazas de Policía Local que se convoquen.

Por cierto, vamos a convocar más de 30 plazas de policías locales basadas en la jubilación anticipada prevista en los Presupuestos Generales del Estado de este año.

Insisto, necesitamos un nuevo rumbo más al norte que nos aleje de cualquier tipo de “pretendida dependencia del sur”, no significando eso que haya que darle la espalda. Significa que esta ciudad debe incardinarse más en Europa, o sea, en España.

Ahí tiene, y estoy convencido, un futuro espléndido, y lo tenemos que hacer día a día entre todos. No valen banderías ni pesimistas con intereses espurios. Aquí valen altas dosis de trabajo, de unidad, de ilusión y de patriotismo.

Melilla pasó por momentos muy aciagos y difíciles en su historia. Y sin embargo está aquí, encima de estas mismas piedras que un día como hoy pisaron Estopiñán y sus acompañantes, y así será siempre.

Depende de nosotros, luchemos todos juntos, cristianos, musulmanes, judíos, hindúes y gitanos por Melilla y por España. Como un solo pueblo, por nuestro pasado, por nosotros y por nuestros hijos. Merece la pena.

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